Cuando nos planteamos desarrollar una metodología outcross como base de nuestro plan de cría, las primeras preguntas que afloran en nuestra mente son: ¿cómo podemos fijar los rasgos y las cualidades que deseamos sin acudir al inbreeding o linebreeding? ¿Es realmente posible una auténtica Cría Selectiva Outcross, o queda todo –o casi todo- supeditado al azar y a cruzar los dedos para que los resultados de los cruces y las futuras generaciones salgan como deseamos? Pues tenemos buenas noticias: no sólo es posible, sino que puede ser más exitoso que el uso de cruces consanguíneos.
La clave es esta: realizar una cría selectiva en base a familias en lugar de en base a individuos. Aunque no hay definido un patrón hereditario fijo y el tema de la herencia genética aún deja muchas cosas al azar, sí que se pueden crear unos patrones estables de herencia más fiables si los aislamos en base a familias. Por ejemplo, para conseguir criar buenos hocicos, ¿a qué reproductor acudiríamos? Para empezar, la pregunta está mal planteada. Debería ser: ¿a qué familia acudiríamos? Es muy complicado aislar familias dentro de algunas especies debido a la endogamia, a las raíces comunes de muchas razas y al entrecruzamiento de líneas, pero si somos un poco más pragmáticos, abrimos más los ojos y la mente y no nos dejamos influir por antiguos vicios preconcebidos, puede ser mucho más sencillo. Fijémonos en ejemplares de líneas outcross con este tipo de hocicos. Examinemos si estos hocicos son dominantes y comunes entre sus hermanos, hijos, sobrinos, padres, abuelos, etc. Si esa familia, aun siendo outcross, ha conseguido fijar hocicos de esas características, es lógico esperar que esa familia también aporte esa característica morfológica a nuestro programa de cría. El Doctor Steve Fisch, especialista en cría selectiva de purasangres, lo explica así: “cuando buscas producir la cualidad al completo, empieza con un pedigrí de caballos rápidos, no sólo con una generación que haya producido una superestrella. Lo que necesitas es una larga línea de generación tras generación que haya producido caballos rápidos. Y si buscas lograr solidez, debes buscar una gran conformación, sustancia, fuerza, talla… el fenotipo completo que pueda producir no sólo velocidad, sino un caballo en el que todo el cuerpo sea homogéneo.”
¿Cómo podemos aplicar este principio al ejemplo que estamos considerando de la selección de buenos hocicos? Pues, además de lo ya comentado de seleccionar una línea familiar donde los buenos hocicos sean dominantes, tendremos que tener en cuenta que ese hocico vaya unido a buenos cráneos, bien proporcionados, con ojos de forma y color correctos, bien posicionados… en definitiva, un buen hocico como parte de una buena cabeza, dentro de una familia transmisora de buenos hocicos y cabezas. Este razonamiento puede resultar obvio, y en parte lo es, pero no será tan obvio cuando la gran mayoría de las veces en muchas razas se selecciona en base a individuos (y generalmente machos) en lugar de en base a familias. Si acaso, los que menos, hablamos de líneas, pero de una forma demasiado subjetiva como para darle una definición coherente. Ya han existido muchos debates para denominar el significado de “línea”, y al final no se llega a una conclusión clara que satisfaga a todo el mundo. La selección en base a familias nos da resultados más concretos, ya que incluso hablar de tipos también es demasiado genérico. Aunque parezca difícil al principio, si abrimos los ojos y la mente un poco más, es mucho más sencillo de lo que parece y las familias van apareciendo solas cuando buscamos virtudes o defectos concretos.
Otro ejemplo: en ocasiones hablamos de buenas cabezas y mencionamos el nombre de un afijo en particular. Después caemos en el error de buscar cómo llegaron los criadores de ese afijo a fijar esas cabezas, quién fue el perro clave, etc., cuando son cosas que escapan de nuestro conocimiento. Obviamente algún ejemplar en particular fue la clave, pero no por sí mismo, sino en unión con otro u otros. La idea es que la familia tiene esa cabeza fijada. Ahora es solo cuestión de buscar qué ejemplar de esa familia es el que más nos interesa.
El Outcross perfecto: Secretariat
O cómo la cría selectiva outcross dio lugar al mejor purasangre de carreras de todos los tiempos.
Han pasado 43 años desde que Secretariat ganó la Triple Corona y batió los records de los tres circuitos (The Kentucky Derby, The Preakness Stakes y The Belmont Stakes), y dichos records siguen vigentes y lejos del alcance de cualquier caballo nacido después de él. No sólo fue el purasangre más rápido de la historia, sino que morfológicamente era un ejemplar bellísimo. En las carreras destacaba por encima de cualquier otro, en primer lugar, por su espectacular físico, su potente musculatura, su sólido hueso, su brillante y profundo color… Pero muy pronto demostró que era mucho más que una simple “cara bonita”. El escritor deportivo Mike Sullivan dijo admirado:
“Estuve presente en el Kentucky Derby que corrió Secretariat en 1973. Fue algo… Simplemente bello, ¿comprendes? Comenzó la carrera en último lugar, como solía hacer. Yo estaba analizando al caballo que finalmente acabó segundo, que resultó ser Sham. Parecía en el último giro que Sham iba a ganar la carrera. Pero lo que tienes que entender es que Sham era realmente rápido, un caballo precioso. Habría ganado la Triple Corona cualquier otro año. Y no parecía que pudiera haber nadie más rápido que él. Todo el mundo lo estaba observando. Estaba más o menos claro que iba a ganar. Y de repente algo sucedió, como una perturbación en la esquina de tu ojo, en tu visión periférica. Y entonces, antes de que pudieras darte cuenta de lo que estaba pasando, ahí apareció Secretariat. Y a continuación Secretariat adelantó como un rayo a Sham. Nunca nadie había visto nada igual correr así (muchos de los viejos del lugar dijeron lo mismo). Parecía ser otra clase de animal lo que acababa de correr”
La última frase de esta emotiva descripción podría ser la base de una cría selectiva outcross, el objetivo bien entendido. “Parecía ser otra clase de animal lo que acababa de correr”. Porque Secretariat era obviamente un purasangre, pero era distinto a cualquier otro purasangre. Era mucho mejor. Más rápido, más bello, con más resistencia, con más carisma. Era mucho más que un caballo. Era el caballo perfecto. ¿Cómo fue posible criar un ejemplar así? Gracias a una cría selectiva outcross basada en selección familiar. Examinemos brevemente las cuatro líneas de abuelos y abuelas de Secretariat que dieron lugar a este fenómeno.
Princequillo. El rey de las distancias largas
Concebido en Francia, nacido en Inglaterra y criado en Irlanda, Princequillo (abuelo materno de Secretariat) finalmente desarrolló su fantástica carrera en Estados Unidos. Este gran campeón fue capaz de batir a los mejores ejemplares de su época, llegando a ser nombrado el mejor caballo de largas distancias de América. Cuanto más largas eran las distancias, con mayor rotundidad triunfaba. Sólo tenían que abrirle las puertas al dar la salida, y él hacía el resto. Princequillo era hijo del mejor purasangre que jamás haya corrido en Bélgica, Prince Rose, y nieto por parte materna de Papyrus, vencedor del Epsom Derby. Princequillo era el último eslabón de una familia de grandes campeones, con sangre resistente, que se remontaba hasta uno de los más grandes reproductores de todos los tiempos, St. Simon, quien además acabó su carrera imbatido.
Imperatrice. Pasión por la velocidad
La abuela materna de Secretariat fue Imperatrice. Aún sin ser una hembra muy atractiva, pues era grande como un tonel, de patas más bien cortas y orejas caídas, sentía una tremenda excitación por la velocidad, y tuvo gran éxito en su breve carrera en los hipódromos. Y lo más importante, esa pasión por la velocidad estaba muy presente en su familia, y no sólo en su padre Caruso o en su abuelo Brown Brud, ambos destacados campeones, sino que era descendiente de uno de los purasangres más importantes de la historia: Domino, “El Torbellino Negro”, quien por desgracia murió joven y no pudo dejar una amplia descendencia, pero entre los pocos elegidos se encontró Disguise, de quien algunas generaciones después, nació Imperatrice.
Del cruce entre Princequillo e Imperatrice nació Somethingroyal. Aunque no hizo carrera en los hipódromos, fue madre de 4 campeones de Stakes (Grandes Premios): Sir Gaylord, First Family, Syrian Sea y, por supuesto, Secretariat. Somethingroyal fue premiada como mejor reproductora del año 1973. También tiene el honor de haber sido la yegua con más edad (18 años) en dar a luz a un campeón de la Triple Corona.
Nasrullah. El vigor que vino de Europa
Con casi 100% de sangre europea, este hijo del invicto Nearco, el mejor purasangre europeo de su época, aportó lo que el panorama norteamericano del momento necesitaba: sangre nueva de la mayor calidad. Y eso es precisamente lo que Nasrullah consiguió. Porque no sólo fue Gran Campeón de Inglaterra de 2 años de edad en 1942, sino que fue mejor semental de Inglaterra en 1951 y de Estados Unidos en 1955, 1956, 1959 y 1960. Podríamos decir que Nasrullah fue el equivalente en purasangres en Estados Unidos a Witherford Hot Chestnut en boxers en el continente europeo. El outcross que la raza necesitaba para seguir mejorando. Y entre las mejoras que aportó estuvo su hijo, el miembro del Salón de la Fama y Gran Campeón del Año 1957, Bold Ruler, y el hijo de éste: Secretariat.
Miss Disco. Una familia de acorazados
Premiada como Mejor Reproductora del Año 1958, la abuela paterna de Secretariat provenía de una auténtica familia de caballos poderosos. Su padre, Discovery, era hijo del rapidísimo campeón Display, medio-hermano de otro mito de la raza: Man o’ War. Discovery pesaba 90 kilos más que un caballo normal y su especialidad eran las carreras de hándicap, es decir, carreras donde al caballo se le carga con peso extra para equilibrar las diferencias con otros caballos. Capaz de soportar cualquier tipo de carga y salir vencedor, se le conocía como “El Caballo de Hierro” o “El Gran Tren”. El historiador John Hervey dijo de él:
“No ha existido otro ejemplar en la historia de las carreras de caballos, americano o extranjero, que jamás hay intentado hacer algo tan tremendo, ni de cerca, a lo que Discovery consiguió con tanto éxito.”
Como ya se ha mencionado antes, el hijo de Nasrullah y Miss Disco fue Bold Ruler, padre de Secretariat. A los éxitos ya mencionados habría que añadir que Bold Ruler fue el mejor reproductor de América del Norte del año 1963 a 1969 y en 1973, y Campeón de Sprint de Estados Unidos en 1958.